viernes, 22 de abril de 2011

Lejanía


                  Para Myriam

Silueta evanescente
apenas mis manos te trazan
y ya te pierdes fugitiva
aureolada de un sol que asoma.

Vadeando dolorosas distancias
mi llamado se ahoga en el intento
sumido en sueños de espesuras
y vas tan lejos.

Muriendo en mi odio,
no quisiera perdonarte
¿porqué vuelas?
los nenúfares se ahogan
en el turbio estanque
                                          ¿porqué cantas?
un viento negro disolverá
los cerros esta tarde.

Galopas cierva blanca
siempre libre adelante,
perros encadenados te ven pasar,
seguirán tus huellas
                                                no te podrán alcanzar.

Tu sombra


Tu prado fresco y blando,
en que cerrando los párpados
caigo y me hundo sin fondo.

Abrazos y ojos húmedos,
las manos y sus caricias,
encargos que guardo.

En la primera luz del alba
derivo en tus aguas
hasta contemplarte en el sol
que entibia tu sueño.

Siendo nada soy todo en tus ojos
en ellos busco encontrarme, se abren
haciendo cenizas del día.

Respiro entre tus cabellos
el perfume de lirios silvestres;
quedo herido esperando la muerte.